lunes, 22 de diciembre de 2014

Saludo de Navidad de la escritora Julia Navarro

"Feliz Navidad y que el 2015 os traiga muchas cosas buenas. Hay quienes estas Navidades piden de regalo un perro. Sobre todo los niños y los padres, complacientes, sin pensárselo dos veces acuden a la tienda a comprar un perro como quien compra una bicicleta.
Pero un perro no es un juguete. Un perro es un ser vivo que siente y padece como nosotros, y que necesita cuidados y atención. Tener un perro es una experiencia maravillosa porque será siempre nuestro amigo más leal. Pero eso sí, hay que sacarle a la calle como mínimo cuatro veces al día, llevarle al veterinario y estar pendiente de darle de comer. También hay que saber sonreír y encajar cuando de cachorros mordisquean las patas de las sillas o se meriendan un calcetín.
A lo largo de mi vida siempre he tenido un perro que me ha acompañado. Yola, mi primer perro, una San Bernardo grande y mimosa. O Curro, un chucho callejero al que quise casi más que a ninguno. Tifis, mi fiel y leal Tifis, Full, Boby… La lista es interminable. Ahora me acompaña Argos, mi queridísimo Argos, el pequeño de la casa y el que recibe todos los mimos. Argos me acompaña mientras escribo, se pasa las horas quieto a mi lado. Argos, que ha sufrido cuatro operaciones porque tiene displasia y por el que he rezado para que saliera airoso de cada intervención.
Si usted es madre o padre y está tentado a comprar un perro, haga el favor de pensarlo antes de entrar en la tienda y dejarse conmover por uno de esos cachorros que parecen juguetes pero no lo son: luego crecen. Y si después de pensarlo continua decidido, entonces vaya a cualquier protectora de animales y adóptelo. Hay miles de perros que esperan una oportunidad, perros a los que un día sus dueños abandonaron porque se habían convertido en una molestia, perros que han sufrido malos tratos, perros que han nacido en el rincón de una callejuela y que han logrado sobrevivir a duras penas. Esos perros le están esperando y si adopta uno no se arrepentirá. Pero piénselo; piénselo diez, veinte veces antes de dar el paso. Si no esta dispuesto a convertirle en uno más de la familia, a cuidarle y protegerle, entonces vaya a unos grandes almacenes y compre un perro de peluche en vez de pasar a engrosar la lista de desalmados que después de unos meses terminan abandonando a sus mascotas en las calles.
Argos me mira mientras escribo estas líneas. La suya es una mirada confiada, llena de cariño y lealtad." ✒ Julia Navarro




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