"Es en esta noche (1 de noviembre), según relatan los habitantes de la isla, cuando surgen las sombras de la princesa Mitzita, hija del ultimo Caltzonci, y de Itzihuapa, hijo del señor de Janitzio, quienes profundamente enamorados no pudieron desposarse por la inesperada llegada de los conquistadores; Para salvar a su padre de las torturas del conquistador de Michoacán Nuño de Guzmán, la princesa ofreció, a cambio de la libertad del viejo monarca, el tresoro fabuloso que se encontraba imerso en las profundidades del lago de Pátzcuaro, entre Janitzio y Pacanda. Itzihuapa se convirtió en el vigesimopremier guardián de tan fantástica riqueza.
Y es durante la noche del primero de noviembre de cada año, cuando despiertan guardianes del tesoro y, al tañer las campañas, suben la cuesta de la isla. Los novios Mitzita e Itzihuapa se encaminan al panteón y reciben ofrendas de vivos."
También durante el periodo colonial la isla fue testigo de significativos sucesos, que dieron origen a un sin fin de leyendas.
Durante todas las épocas Janitzio ha sido la mas famosa y visitada de las islas del lago de Pátzcuaro. Madame Calderón de la Barca, una de las viajeras mas ilustres del siglo XVIII refiere a su obra.
La vida en México durante una residencia de dos años en ese país:
"Pátzcuaro es un primor de ciudad, pequeña y con sus tejados inclinados, situado en las orillas de un lago que lleva su nombre, y frontero al pueblecito indio de Janitzio, edificado sobre una alta isleta en medio del lago".
Janitzio cautiva al visitante por sus peculiares construcciones de adobe, Con portales sostenidos por viejos maderos coronados por tornasoladas tehumbres de teja roja. A través de sus sinuosos callejones el visitante descubrirá los aspectos típicos de la isla con las viviendas de pescadores y las redes que cuelgan por todos lados.
Aproximadamente a la mitad del ascenso, se encuentra su iglesia, de fractura indígena, dedicada a San Jerónimo; Hacia el ábside se localiza el cementerio que sera el escenario de la tradicional Noche de Muertos, la ANIMECHA KEJTZITAKUA.
Antes de la medianoche del día primero de noviembre las mujeres y los niños se dirigen en silencio al cementerio llevando las ofrendas para sus muertos. Sobre las tumbas de sus deudos irán colocando con cariño y recogimiento las ofrendas florales, así como los alimentos que tanto gustaron en vida al difunto. Las velas se irán encendiendo una a una transformando el oscuro cementerio en un jardin de luces misteriosas. Una campana colgante del arco que da acceso al camposanto tañera melancólica toda la noche en memoria de los muertos. En toda la isla se escucha el eco de los cantos en purepecha , que imploran el descanso eterno para las almas de los ausentes y la felicidad para quienes estamos aun vivos.
Para bellas palabras las tuyas! Mil gracias por eso y por subir mas información sobre este día. No conocía esa historia ni había visto ese precioso vídeo, aunque del lugar si había oído hablar :) Aquí en España sólo vamos al cementerio a poner flores y arreglar las tumbas pero es bastante deprimente.. En Barcelona, hay un cementerio dónde recrean (en 1 o 2 tumbas) lo que hacen en México. Hacen grupos y pasas de noche con unas lamparillas mientras te lo van explicando! Saludos!!
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